Trump mantuvo el alerta sobre un posible conflicto armado con Venezuela

Mientras la tensión aún persiste en la costa venezolana por la presencia de una flota militar estadounidense, el presidente norteamericano Donald Trump dejó abierta la posibilidad de un conflicto armado con Caracas.

"No lo descarto", respondió el mandatario republicano en una entrevista telefónica con NBC News, en la que también adelantó que su administración continuará con las incautaciones de petroleros vinculados a Nicolás Maduro, como parte de la presión ejercida contra su par venezolano.

En los últimos días, la Casa Blanca intensificó sus acciones sobre embarcaciones que ingresan y salen del país sudamericano. Según el Gobierno estadounidense, estas medidas apuntan a frenar operaciones de narcotráfico y a evitar que los ingresos del petróleo sean utilizados para "financiar" actividades ilegales.

Consultado sobre si su objetivo final es derrocar a Maduro, el presidente evitó precisiones y se limitó a señalar que el mandatario venezolano "sabe exactamente" lo que Washington pretende. Además, advirtió que habrá nuevas incautaciones de petroleros.

"Depende. Si son lo suficientemente insensatos como para navegar, volverán a uno de nuestros puertos", afirmó Trump, luego de que el pasado miércoles brindara un discurso televisado, en el que se centró en sus primeros 11 meses de gestión.

En esa exposición, el republicano solo hizo una breve referencia a Venezuela, asegurando que las sustancias ilícitas procedentes de Venezuela están "envenenando" a la población de su país.

A su tiempo, también desmintió al periodista ultraconservador Tucker Carlson, quien había señalado que el mandatario se dirigiría al país para anunciar una incursión terrestre sobre el territorio que gobierna Maduro.

En su lugar, el estadounidense centró su mensaje en críticas a la gestión de Joe Biden y en los logros económicos de la suya, como el aumento de aranceles y el control de la frontera sur, donde además aseguró haber detenido la llegada masiva de inmigrantes. Mientras tanto, el escenario regional permanece bajo máxima alerta ante la posibilidad de que el hostigamiento naval derive en un enfrentamiento directo entre Washington y Caracas.